¿Pero por qué se da este fenómeno de socializar a través de la tecnología y no en persona? ¿Por qué preferimos escondernos tras "el ordenador" (que muchas veces es un pequeño dispositivo móvil inteligente) en vez de buscar a los amigos, conocidos, familiares, compañeros, vecinos, o ya de perdida al "amigo del primo del vecino del compañero"?
Es sorprendente cómo estamos cada vez más solos y más lejos de otras personas. Es increible cómo en una casa los miembros de la familia se comunican usando estos medios sociales en vez de sentarse juntos a la mesa a platicar los acontecimientos del día. Son estas mismas aplicaciones para socializar las que nos están alejando de la sociedad.
En mi opinión, uno realmente no tiene 856 amigos, ni siquiera conocidos. No niego que gracias a las redes sociales he podido localizar a personas queridas que se alejaron en el tiempo y distancia pero ahora con el simple teclear y clickear puedo saber cómo se encuentran, a qué restaurante fueron a cenar, y hasta cuántas calorías quemaron en su recorrido en bici. Lo que repruebo es que reemplacemos la interacción entre seres humanos, negemos el abrazo a quien necesita consuelo, y nos escondamos tras las palabras escritas (en un blog por ejemplo).
Contradicciones de la vida moderna.
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